La fiesta

La Fiesta de la Longaniza lleva realizándose ininterrumpidamente desde el año 1991 siempre coincidiendo con el último sábado del mes de julio y fue declarada en 2013 Fiesta de Interés Turístico de Aragón.

En aquella primera ocasión, en el año 1991, comerciantes y carniceros de la localidad decidieron unir esfuerzos y salir a la calle para promocionar sus productos y así atraer al mayor número de turistas posibles. Para lograrlo utilizaron dos pequeñas barbacoas que se colocaron en la Plaza Mayor de Graus donde, una vez asada a la brasa, la longaniza se repartía a cuantos quisieran conocer y degustar este rico producto.

Récord Guinness

En el año 1996, para dotarle de mayor relevancia, la Asociación de Fabricantes de Longaniza de Graus decidimos aceptar el reto de elaborar la longaniza más larga del mundo: conseguimos una longaniza de 505,47 metros y 339 kilogramos de peso, certificado por el Libro Guinness de los récords como el embutido más largo del mundo.

Pero tan importante como superar los 500 metros de longaniza fue su forma de elaboración, totalmente tradicional y artesanal. En aquella ocasión empleamos tripa de cerdo natural proveniente de 165 cerdos. Cada un par de metros, que es la medida de la pieza, uno de los extremos se anudaba hábilmente de forma que el siguiente montaba por encima sin que el empalme se notara a la vista, quedando protegida por papel transparente hasta el momento final. Una máquina de embutir móvil introducía los kilos de carne, compuesta de magra de primera de cerdas hembras, perfectamente amasada, reposada, pesada y sellada por la notaría de la localidad.

Pero tan importante como superar los 500 metros de longaniza, fue su forma de elaboración, totalmente tradicional y artesanal. Se empleó en aquella ocasión tripa de cerdo natural, proveniente de 165 cerdos. Cada un par de metros que es la medida de la pieza, uno de los extremos se anudaba hábilmente de forma que el siguiente montaba por encima sin que el empalme se notara a la vista, quedando protegida por papel transparente hasta el momento final. Una máquina de embutir móvil introducía los kilos de carne compuesta de magra de primera de cerdas hembras, perfectamente amasada, reposada, pesada y sellada por la notaría de la localidad.

Con la consecución del Récord Guinness se ha ido modificando la fiesta para que cada año tuviera más aliciente para los espectadores. Así pues, en 1997 después del gran éxito del año anterior, decidimos fabricar una parrilla gigante para asar a la brasa sin necesidad de trocear esa gran cantidad de metros de longaniza. 

La Fiesta de la Longaniza en la actualidad

Hoy en día el eje sobre el que se desarrolla este festejo es el embutido, la cocción en la parrilla a la que hay que dar la vuelta para que la longaniza se ase ambos lados por igual y su posterior degustación. 

Se trata de un evento muy consolidado en la provincia de Huesca y que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Graus, la Comarca de Ribagorza y la Asociación de Mujeres Santa Águeda. 

En el año 2010 la Fiesta de la Longaniza grausina congregó en la céntrica calle Barranco de Graus a más de 8.000 personas procedentes principalmente de España, Holanda, Bélgica y Francia. Como datos a destacar, se utilizaron más de 1.100 kilos de carne de primera calidad embutida y posteriormente asada de una sola vez sobre brasas de carbón vegetal en una gran parrilla de 25 metros cuadrados. 

La figura del “tastador”

Con el objetivo de realzar el vigésimo aniversario del Día de la Longaniza de Graus, la Asociación de Fabricantes de Longaniza (Aventín, Melsa y Maella) creó la figura del «tastador de longaniza», que en la primera ocasión recayó en el periodista grausino y exdirector del Diario el Alto Aragón, D.Antonio Angulo. 

El «tastador» se convierte a partir de la edición 2011 en el embajador anual del embutido grausino y se le obsequia con La Parrilla de Longaniza, una escultura del artista Fermín Bedoya. «Tastar» es gustar con el paladar los alimentos para que luego los jugos se extiendan por el resto de la boca. Antaño y posterior a la matanza del cerdo, en el Pirineo se hacía el conocido mondongo. Para comprobar que la carne estaba en su punto correcto, alguien de la familia o un experto ajeno a la casa se encargaba de hacer la cata de la carne condimentada, esa persona era la encargada de rectificarla en caso de que no estuviera en su punto y esa figura, la del «tastador», es la que ahora hemos recuperado.

Objetivos

El objetivo no es otro que consolidar los más de 150 puestos de trabajo que ofrece el sector cárnico en la población de Graus y seguir promocionando nuestro producto entre todos los segmentos de población y por todos los rincones del país. Asimismo, la apuesta por la venta online y la internacionalización seguirán muy presentes en nuestro horizonte.